La tragedia en Iztapalapa dejó un saldo doloroso y un ambiente de incertidumbre en la capital del país. La explosión de una pipa de gas en la Calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del puente de La Concordia, impactó no solo a quienes transitaban por la zona, sino también a las familias de quienes resultaron heridos.
El accidente ocurrió cuando la unidad volcó en una curva y terminó estallando. Las autoridades confirmaron que el saldo, hasta las 22:30 horas del miércoles 10 de septiembre, fue de cuatro personas muertas, 90 lesionadas y cuantiosos daños materiales.
De los lesionados, 10 ya fueron dados de alta, aunque 30 permanecen en estado crítico con quemaduras que superan el 50% de su cuerpo. La magnitud del incidente dejó claro que se trató de uno de los sucesos más graves en la Ciudad de México en los últimos meses.
Saldo De Víctimas Y Lesionados
Las cifras oficiales son preocupantes. La explosión provocó la muerte de cuatro personas, entre ellas un menor de edad. Las imágenes que circularon en redes sociales mostraron la magnitud del fuego y la desesperación de los presentes.
En cuanto a los lesionados, el número llegó a 90 personas. De ese total, 14 eran menores de edad. Muchos de ellos fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos para recibir atención médica. El ambiente en los nosocomios fue descrito como de tensión, con familias a la espera de noticias.
Diez de los heridos ya lograron salir del hospital tras recibir atención, lo que da un pequeño respiro entre tantas malas noticias. Sin embargo, 30 personas se encuentran con quemaduras graves que afectan más de la mitad de su cuerpo, lo que eleva el riesgo de complicaciones.
Las autoridades de salud trabajan sin descanso. Los médicos han señalado que la atención en este tipo de casos es delicada, pues las lesiones requieren tratamientos prolongados y en algunos casos injertos de piel.
Afectaciones Materiales Y Responsables De La Pipa De Gas
Además del saldo humano, el accidente dejó fuertes daños materiales. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, informó que se contabilizaron 28 automóviles siniestrados. La mayoría eran vehículos tipo sedán que quedaron envueltos en llamas.
Los vecinos de la zona relataron que la onda expansiva se sintió a varios metros de distancia. Algunos departamentos cercanos tuvieron vidrios rotos y daños en puertas. El olor a gas se percibió durante horas, lo que generó alarma entre los habitantes.
Por otra parte, el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, confirmó que el chofer de la pipa de gas logró sobrevivir. Aunque se encuentra en estado grave, su testimonio será clave para entender qué fue lo que ocurrió en la curva que provocó el volcamiento y posterior explosión.
El conductor fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad, ya que su estado de salud es delicado. Las autoridades investigan si hubo una falla mecánica o un error humano en la conducción de la unidad de Gas LP.
Apoyo A Víctimas Y Familiares
La magnitud del accidente llevó a que el Gobierno de la Ciudad de México desplegara un plan de apoyo. Clara Brugada declaró que la Comisión de Víctimas se encuentra trabajando directamente con los familiares de los afectados.
En entrevista exclusiva, la jefa de Gobierno aseguró que no se dejará solos a los heridos ni a sus seres queridos. “Estaremos acompañándolos hasta que el último herido salga adelante”, subrayó. Esta promesa busca dar tranquilidad en medio de la incertidumbre.
En los hospitales se instalaron módulos de atención para orientar a las familias. Estos puntos ofrecen información sobre el estado de los pacientes y apoyos inmediatos como transporte y alimentos. La intención es aliviar un poco la carga emocional y económica que enfrentan los afectados.
Asimismo, brigadas de Protección Civil y elementos de seguridad permanecen en la zona de la explosión. Su labor incluye la remoción de escombros, la revisión de estructuras y la verificación de que no exista riesgo de fugas de gas que puedan provocar otro incidente.

La Explosión De La Pipa De Gas Deja Marca En LA CDMX
La explosión de la pipa de gas en Iztapalapa pone de nuevo en la mesa el tema de la seguridad en el transporte de materiales peligrosos. Las autoridades locales y federales deberán revisar los protocolos y condiciones de las unidades que circulan diariamente por avenidas concurridas.
Los habitantes de la zona exigen respuestas claras. Para ellos, el accidente no solo es una tragedia aislada, sino un recordatorio de los riesgos que implica vivir en una ciudad donde circulan vehículos con sustancias inflamables en medio del tráfico cotidiano.
La investigación determinará si el accidente con la pipa de gas se debió a fallas mecánicas, negligencia o problemas en la regulación del transporte de gas. Lo que ya es evidente es que se necesitan medidas más estrictas para prevenir otra tragedia.
Mientras tanto, el recuerdo de lo ocurrido en la Calzada Ignacio Zaragoza quedará grabado en la memoria de quienes fueron testigos directos del estallido. La escena de los automóviles incendiados y la gente huyendo de las llamas difícilmente se borrará.