La llegada de Ángel Correa al club Tigres ha causado gran emoción entre los aficionados. No solo se trata de un refuerzo con gran calidad futbolística, sino de un hombre que simboliza superación, entrega y pasión. Correa, quien fue parte de la selección argentina campeona del mundo en Qatar 2022, trae consigo un pasado lleno de retos personales y triunfos. Su incorporación no solo eleva el nivel del equipo regiomontano, sino que también inspira por la historia de vida que lo acompaña.
Desde su infancia en Rosario hasta su paso exitoso por el Atlético de Madrid, Correa ha demostrado que el futbol es mucho más que un deporte: es un refugio y un motor de vida. En Tigres, espera continuar escribiendo capítulos de gloria, ahora en la Liga MX.
Ángel Correa Venció La Adversidad
En 2014, cuando estaba a punto de cerrar su fichaje con el Atlético de Madrid, a Correa le detectaron un tumor benigno en el corazón. La noticia sorprendió al mundo futbolístico y puso en pausa su carrera. Fue operado en Nueva York y, tras un complicado proceso de recuperación, regresó a las canchas con más fuerza y determinación.
Aquel episodio fortaleció su carácter y marcó un punto decisivo en su trayectoria. Correa aprendió a valorar cada minuto en el campo y a no rendirse ante ninguna dificultad. Su regreso triunfal fue celebrado por la afición de San Lorenzo y posteriormente por los seguidores del Atlético de Madrid, club donde se consolidó como un jugador importante.
Héroe Silencioso En El Mundial
En 2022, Correa recibió la llamada de Lionel Scaloni para integrarse a la selección argentina que disputó el Mundial en Qatar. Aunque no tuvo gran participación en la cancha, formó parte del plantel que se coronó campeón del mundo. Celebró junto a Lionel Messi, Ángel Di María y otros grandes nombres del futbol argentino.
Para Correa, este título significó el mayor logro de su carrera. Su humildad y capacidad para apoyar al grupo desde cualquier rol le valieron el respeto de compañeros y aficionados. Levantar la copa fue un sueño cumplido que demuestra que el trabajo silencioso también tiene su recompensa.
Legado En San Lorenzo Y Madrid
Antes de convertirse en figura internacional, Correa inició su camino en San Lorenzo, donde debutó profesionalmente. En 2014, fue pieza clave para que el equipo obtuviera la Copa Libertadores, un logro histórico para el club. En el “Ciclón”, Correa sigue siendo recordado con cariño y admiración.
Tras su paso por Argentina, dio el salto al Atlético de Madrid, donde permaneció casi una década. Con los “Colchoneros”, disputó más de 460 partidos y levantó siete títulos, incluyendo la LaLiga 2020-21 y la Europa League 2018. Su versatilidad y entrega lo convirtieron en uno de los favoritos de la afición.

Además de su efectividad en el área, Correa se ganó el respeto por su constancia y capacidad para reinventarse. Bajo la dirección de Diego Simeone, aprendió a adaptarse a diferentes posiciones ofensivas y a desempeñar un papel clave en la presión y recuperación del balón.
Ángel Correa: Una Infancia Difícil Que Forjó Su Carácter
Ángel Correa nació y creció en el barrio Las Flores, uno de los sectores más humildes de Rosario. Desde pequeño, enfrentó la pérdida de su padre y de un hermano, situaciones que marcaron profundamente su vida. Estas experiencias lo obligaron a madurar rápidamente y a encontrar en el futbol una vía para transformar su realidad.
El futbol fue su refugio y su mayor motivación. Su infancia llena de retos le inculcó valores como el esfuerzo, la resiliencia y la disciplina. Gracias a esa mentalidad, logró superar obstáculos que habrían derrumbado a muchos jóvenes de su edad.
Versatilidad Y Número Emblemático
Correa se caracteriza por su capacidad para adaptarse a distintas posiciones en ataque. Puede jugar como extremo por ambas bandas, mediapunta, segundo delantero o incluso como falso ‘9’. Esta flexibilidad táctica lo convierte en un recurso muy valioso para cualquier entrenador. En Tigres, su llegada ofrece nuevas variantes ofensivas y la posibilidad de potenciar a otros delanteros.
Junto al Atlético de Madrid, Correa utilizó el número 10, símbolo de talento y liderazgo. En Tigres, ese número pertenece a André-Pierre Gignac, por lo que se analiza la posibilidad de que Correa porte el número 7, dorsal emblemático que alguna vez utilizó Gerónimo Barbadillo y que solo se ha usado en torneos internacionales. Además, Correa ha llevado distintos números en su carrera, reflejando su versatilidad y adaptación.
¿Cómo Es Ángel Correa Fuera De La Cancha?
Correa es un hombre de costumbres marcadas. El mate y el asado son rituales imprescindibles en su vida cotidiana. Estos símbolos argentinos lo acompañan a donde va y fortalecen su identidad. En su llegada a Monterrey, lo esperaba un asado organizado por su compatriota Nahuel Guzmán, pero por cuestiones de horario no alcanzó a disfrutarlo.
La fe también es un pilar en su vida. Antes de cada partido, Correa realiza la señal de la cruz y suele compartir mensajes religiosos en sus redes sociales. Su espiritualidad le ha servido de apoyo en los momentos más difíciles y se refleja en su actitud humilde dentro y fuera del campo.
La conexión con México no es nueva. En selecciones juveniles, compartió vestidor con jugadores argentinos que hoy son figuras en la Liga MX. Su adaptación al país y a la cultura futbolística local promete ser rápida y natural.
Tigres Apuesta Por Más Títulos Gracias a Ángel Correa
La llegada de Correa representa una apuesta fuerte de Tigres para mantenerse como uno de los clubes protagonistas en México y en el continente. Con él, el equipo busca reforzar su ofensiva y consolidar un proyecto deportivo ambicioso.
La afición felina espera que su entrega y calidad se traduzcan en goles y títulos. Junto a figuras como Gignac y Nahuel Guzmán, Correa buscará escribir nuevas páginas de gloria en el Estadio Universitario. Su llegada refuerza el mensaje de que Tigres quiere competir al más alto nivel y mantener viva la ilusión de sus seguidores.
Ángel Correa receives a hero’s welcome in Mexico 🥲 pic.twitter.com/nz9VLIE56L
— Into the Calderón (@intothecalderon) July 9, 2025